El amor es elegante, es ruidoso, pero a la vez pacífico, porque consigue amansar hasta al
ser más fiero.
El amor es decidido y
sincero. Es empático y sabe escuchar, pero es tan frágil que cualquier
contratiempo puede acabar con él.
Un día la indiferencia entró en casa del amor y como siempre, iba disfrazada para la ocasión y así poder pasar desapercibida.