Salgo de casa igual que todas las mañana, corriendo porque llego tarde. Siempre hago lo mismo. Camino por la misma calle, me cruzo y saludo a las mismas personas y escucho la misma música hasta llegar al mismo lugar de siempre.
Pero hoy es diferente, hoy me siento diferente. He tomado una decisión y me voy a deshacer de todas aquellas cosas que ya no me son útiles en la vida y que me tienen amarrada de pies y manos.
Siento que tengo la mente embotada, como si la tuviera entre nubes que amenazan tormenta. No me dejan pensar con claridad, así que la única solución que he visto hasta el momento, es vivir de la inercia con la que me mueve la vida. Es mucho más fácil que cambiar, porque no puedo pensar.
Mi mente está espesa. Mi cuerpo casi inmóvil por tanto nudo. Siento que soy un volcán en erupción y que estoy apunto de explotar. No sé cómo liberar toda la tensión que llevo dentro de mi, todo el estrés que guardo acumulado.
He estado tanto tiempo callada, reprimiendo lo que en verdad soy y lo que en verdad siento, que creo que he entregado toda mi vida a un carcelero que ha tirado la llave y me ha dejado aprisionada dentro de mi misma.
Pero hoy, hoy es diferente. Entre tanta cuerda y tanta nube, he visto una luz tenue brillar en mi interior. Una luz que antes no había visto, seguramente porque nunca me había parado a observarla, ocupada en otras cosas menos importantes que mi propia vida, mi bienestar y mi felicidad.
Hoy he decidido romper las ataduras y liberar a esa luz reprimida. A esa luz que yo misma he reprimido ignorándola. Voy a despejar las nubes de mi cabeza. Porque no se debe ignorar quién es uno mismo.
La esencia y la originalidad de uno, nunca se debe cambiar por la aceptación social o cultural.
No se debe reprimir el propio ser por las demandas y las expectativas de los demás.
Si así lo haces y si así lo decides seguir haciendo, es posible que un día explotes y llegues a perder la cordura, porque no se puede estar reprimiendo toda la vida lo que uno es, lo que uno siente y lo que uno desea, sin volverse loco.
Así que, hoy he decidido cambiar.
Me he sentado conmigo misma no a pensar, sinó a meditar. Porque la meditación es el único camino para romper cuerdas y cadenas. Es la única manera de despejar las nubes de tormenta y es la única manera de expandir tu llama esencial y de curarte de la locura.
HOY ES EL PRIMER DÍA DE MI NUEVA VIDA
¿Y de la tuya?
Me encantaría que me explicaras si tu también tienes cuerdas que romper y nubes que despejar.
¿Te atreves a hacerlo en los comentarios?
Llevo un tiempo que me siento así y la verdad es que no sé mucho por donde empezar.
ResponderEliminarA veces me molesta hasta que me hablen y me pregunten porque me molesta tener que ponerme a pensar.
Lo mejor para parar y reflexionar en mi opinión es la meditación. Sino sabes mucho de meditación, te recomiendo estos dos ejercicios que son muy sencillos:
ResponderEliminar1. https://www.youtube.com/watch?v=GJLbNaSOh8s&t=24s
2. https://www.youtube.com/watch?v=GJLbNaSOh8s&t=24s
Un abrazo