CÓMO CONSEGUIR UNA MENTE FELIZ EN 5 PASOS. El quinto es imprescindible.

La mente es un espejo flexible, ajústalo, para ver mejor el mundo (Amit Ray)

Es posible que en ocasiones sientas que estás inmers@ en una pelota de malos pensamientos y preocupaciones y que esto te esté provocando una profunda frustración. Te sientes molest@ por cualquier cosa, estás más irritable y para colmo parece que esta situación no vaya a mejorar. 

Sientes que tienes una batidora mental, le sumas un humor de perros, que te tomas todas las cosas que piensas al pie de la letra y además que te estás creyendo tu propia película.. 

Si te está sucediendo esto, creo que es imprescindible que pongas en práctica este método de 5 pasos.

Lo ideal es contar con herramientas POTENTES y PRECISAS para cambiar la perspectiva y ayudar al cerebro a poder manejar todas estas emociones negativas sin salir mal parada.

Posiblemente existan dos grandes herramientas y es muy probable que hayas escuchado hablar muchas veces sobre ellas. Son el  PODER DEL PENSAMIENTO POSITIVO y de la atención plena o MINDFULNESS.

Los 5 pasos que te  propongo son: 

1. OBSERVA TU MENTE DURANTE 5 MINUTOS 

Quizás seas una de esas personas que tiene una mente de mono. Me refiero a que quizás tienes infinidad de pensamientos que van de aquí para allá, como si de una partida de ping-pong se tratara.

Con el primer pensamiento al que le prestes atención, tu mente creerá 100% que es el problema más grande que puedes estar teniendo en este momento. Este pensamiento te llevará inevitablemente a otro pensamiento, y nuevamente creerás que este es aún más grande. Este círculo vicioso se repite sin parar y tú te sientes como un hámster que no para de dar vueltas en la misma rueda sin llegar nunca a ninguna parte.

Si estuvieras viendo una película donde el protagonista se comportara de esta manera, pensarías que es un tonto por no darse cuenta de que se está tomando las cosas demasiado en serio. Pero resulta que el protagonista eres tú y estás tan inmerso en tu diálogo, que no te das cuenta de nada. 

Creo que a estas alturas, no es preciso que te explique, que este camino no te llevará a la felicidad.

Ahora que ya eres consciente de que esto te está sucediendo ¿Qué puedes hacer para acallar esta mente de mono y ganar la partida de ping-pong contra tu mente?

2. TÚ NO ERES TUS PENSAMIENTOS

Alex Korb, un neurocientista, hace una sencilla distinción en lo que a lenguaje se refiere. Si te has roto un brazo, no le dices a los demás que estás roto. Pero en cambio, cuando sentimos enfado, ira, sí que decimos que estamos enfadados. Esta controversia, suele provocar sentimientos de infelicidad.

Solemos pensar muchas cosas al día, en realidad dicen que tenemos alrededor de 60.000 pensamientos al día, además unos detrás de otros sin tener tiempo a reaccionar a todos ellos. Creo que sería muy complicado que te tuvieras que identificar en cada uno de ellos. Por ello es necesario parar y observarse. Parar y sentir lo que se está sintiendo en realidad. Porque a veces puede que pensemos que estamos enfadados o de mal humor, y que en realidad lo único que estamos es cansados. No es lo mismo estar enfadado, que estar cansado. Y la manera de gestionar ambas cosas, tampoco será igual.

Reconoce tus preocupaciones, tus frustraciones, tus miedos, pero recuerda que son sólo pensamientos y que no tienen porqué ser tu identidad.

Hasta aquí todo perfecto. Hemos entendido que los pensamientos son sólo eso, PENSAMIENTOS. 

Pero y ahora qué. ¿Qué hacemos una vez los hemos identificado?

3. ETIQUETA TUS PENSAMIENTOS 

Ahora que has comprendido que no eres tus pensamientos, te das cuenta que siguen ahí y que no sabes cómo gestionarlos. Pues bien, es importante que les dés un nombre, que los etiquetes de alguna manera y que etiquetes también tus sensaciones o sentimientos.

Cómo estás realmente: CANSADO o ENFADADO, ENFADADO O TRISTE, TRISTE O DEPRIMIDO....

El hecho de etiquetar, te ayudará a enmarcarlo y también a que no te definas cómo la emoción que estás sintiendo en este momento.  Este mecanismo, te ayudará a relajarte y a disminuir tu carga emocional. 

Perfecto, hasta este momento has conseguido:

Todo esto te va a ayudar a gestionar tus pensamientos de una manera más eficaz y a tomar mejores decisiones en tu día a día. Además te aportará más felicidad en tu vida.

4. ELIGE DECIDIR Y NO REACCIONAR

La cualidad de impulsivo, en la mayoría de las veces no suele ser uno de los mejores adjetivos. 

Para poder tomar decisiones de manera impulsiva y que estas sean las correctas, primero deberás entrenar tu mente, tu corazón y tu espíritu, si no quieres meterte en líos.

¿Cuántas veces has dicho cosas sin pensar? Cosas que en realidad no sentías y que has dicho fruto de la emoción que estabas sintiendo en esos momentos.

¿Cuántas veces has accedido a hacer cosas que después no te proporcionan ninguna felicidad, más bien todo lo contrario?

Antes de actuar de manera impulsiva y cometer una estupidez o meterte en problemas, es importante que te pares un instante, reflexiones sobre si lo que vas a hacer en realidad te va a hacer feliz o por lo menos te va a ser útil.

5. SÉ EMPÁTICO Y COMPASIVO

No sólo con los demás sinó también contigo mismo.

Hay muchas personas que identifican la compasión como algo negativo. Lo asocian a dar pena o lástima.  Pero la compasión va mucho más allá.

La compasión y la empatía  te llevarán a conocerte y a conocer a los demás de una manera más profunda, sin quedarte con lo más superficial. Te proporcionarán las herramientas necesarias para acercarte al dolor ajeno e intentar aliviarlo, pero sin identificarlo como propio. 

La compasión por eso, va más allá de la empatía. La compasión induce a la acción. Crea en el interior de cada uno el deseo de que todos seamos felices y por tanto nos encontremos libres de sufrimiento. Es una motivación y verdadero compromiso para el bienestar.

La compasión y por ende la autocompasión, son habilidades que ayudan a transmutar el sufrimiento emocional y por tanto, nuestra vida mejorará en todos los aspecto.

Si te ha gustado y crees que es útil, no te olvides de compartirlo en tus redes sociales.

Además, si te apetece, estaré encantada de leer tus experiencias, dudas y temores en la parte de comentarios.